Días atrás se celebró el Día Mundial de la Psoriasis, con el objetivo de difundir información veraz sobre las causas, manifestaciones clínicas y tratamientos de esta enfermedad que afecta a dos de cada cien personas en el planeta.
Según las últimas estadísticas que se han difundido, solamente en España vive un millón de personas que tienen esta patología.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es la discriminación que sufren muchas de las personas que padecen psoriasis, producto precisamente del desconocimiento que existe a nivel del resto de la sociedad. Estos pacientes suelen ser rechazados o aislados por sus pares por creer que pueden contagiarlos, algo que es totalmente incorrecto.
Se trata de una enfermedad crónica, que tiene una carga genética importante, y que es desencadenada por una gran variedad de estímulos como, por ejemplo, episodios de mucho estrés emocional, infecciones bacterianas y la ingesta de algunos fármacos.
Afecta principalmente a la piel, aunque también altera las uñas y en algunos casos las articulaciones. Característicamente se presenta como placas rojizas de distintos tamaños, que están cubiertas por una escama blanca, que puede llegar a ser muy gruesa.
Estas lesiones se localizan en el cuerpo en forma simétrica, ubicándose sobre todo en los codos y las rodillas, pudiendo afectar también el cuero cabelludo, el sector posterior de las orejas así como otras partes del cuerpo. También es frecuente que estas placas se desarrollen en una zona que ha recibido un traumatismo o herida reciente.
Con respecto a su tratamiento, es conveniente aclarar que no es posible (al menos hasta el presente) lograr curar esta enfermedad. Pero, por otra parte, hay que mencionar que con tratamientos adecuados se logran minimizar sus manifestaciones e incluso mantener una piel completamente libre de lesiones durante un período de tiempo prolongado.
La exposición a la luz solar en forma moderada puede ser beneficiosa en muchos casos, lo que explica la mejoría notoria que suele apreciarse durante el verano. Sobre este principio se basó el desarrollo de una de las opciones terapéuticas que es la irradiación controlada de rayos ultravioletas emitidos mediante aparatos especialmente construidos para ese fin.
Dentro de las terapéuticas locales, desde hace muchos años existen cremas, ungüentos y lociones en base a corticoides de distintas potencias. Cuando son correctamente aplicadas muchas veces logran por sí solas obtener una franca mejoría. Dentro del grupo de los tratamientos tópicos, figura también el tacrolimus, un agente inmunosupresor que también ha demostrado buenos resultados.
Cuando la psoriasis se presenta con mayor severidad, diseminándose por el cuerpo y abarcando áreas extensas, se suelen indicar tratamientos sistémicos.
Dentro de las opciones más utilizadas figuran la ciclosporina y el metotrexate, drogas que requieren una indicación precisa y un control estricto tanto clínico como paraclínico mientras son administradas. En cuanto a las opciones más novedosas, en estos momentos gran parte de las investigaciones y desarrollo científico dermatológico está siendo abarcado por los nuevos tratamientos biológicos. Éstos actúan con gran precisión sobre los focos que desencadenan a nivel inmunológico la enfermedad, minimizando los efectos secundarios. Si bien estos productos de la biotecnología vienen creciendo y perfeccionándose con gran ímpetu en todo el mundo, aún resulta bastante costosos para nuestro medio.